La Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) dio el martes su total respaldo a jugar en sedes de altura, en claro gesto de apoyo a Bolivia, el país más afectado por una resolución de FIFA que pretende limitar los partidos internacionales en altitud, informó el secretario general de la entidad, Eduardo de Luca.
De Luca señaló que las competencias que incumben a la CSF -la Copa Libertadores y Sudamericana- van a jugarse sin consideraciones de altura y en apoyo a Bolivia, país que había pedido esta reunión.
"Hemos decidido jugar las competencias de Conmebol en los estadios ya predeterminados, pero están las clasificatorias que son organizadas por la FIFA. No es un tema que no podamos resolver y debemos expresar solidaridad y buscar las maneras para llegar al comité ejecutivo para que reestudie la decisión", señaló.
Con respecto a las eliminatorias del mundial, organizadas por la FIFA, la CSF decidió enviar una comisión conformada por el representante de Bolivia, Carlos Chávez; el chileno Harold Mayne-Nicholls; el argentino Julio Grondona (vicepresidente de FIFA y Conmebol) y De Luca para discutir el tema con las autoridades de la FIFA.
La CSF también pretende que su comité médico-científico presente sus puntos para compararlos con el informe médico de la FIFA del cual se basa el condicionamiento para jugar en la altura.
"La Confederación Sudamericana de Fútbol ha mantenido la unidad. Se va a elaborar una contestación para la nota de la FIFA (la que impone condiciones para los juegos en altura) donde se va a pedir una reunión con el comité de la FIFA", dijo por su parte el uruguayo Eugenio Figueredo, vicepresidente de la CSF.
A comienzos de enero la CSF informó sobre una nueva determinación de la FIFA en la que estableció un periodo de adaptación de tres días para partidos oficiales que se disputen en ciudades a más de 2.500 metros de altitud, dejando al margen anteriores decisiones.
La resolución de la FIFA habla igualmente de una semana de adaptación para encuentros en estadios por encima de 2.750 metros y dice que no se disputarán partidos en estadios por encima de 3.000 metros, excepto en caso de que se dé un periodo de aclimatación de "dos semanas como mínimo".
El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol se mostró satisfecho con la posición de la CSF y celebró la "solidaridad que ha mostrado una vez más la Conmebol (CSF)" con su causa.
De igual forma, el presidente boliviano, Evo Morales, manifestó: "Saludamos a nuestros dirigentes del fútbol de Sudamérica (y) agradecer a quienes apoyaron la defensa del fútbol en altura".
La resolución afectaría principalmente al estadio Hernando Siles de La Paz (3.577 m), sede histórica de la selección boliviana en la eliminatoria sudamericana, porque su uso estaría condicionado a una adaptación de 15 días.
Además, los estadios de los representantes bolivianos en la Copa Libertadores de América, Real Potosí y San José, situadas en las ciudades andinas de Potosí (suroeste) y Oruro (sur), que se encuentran a 4.000 y 3.700 m de altura, respectivamente, corrían también el riesgo de ser vetados por sus rivales en el torneo continental.
Esta medida provocó la molestia en el Gobierno boliviano que ha realizado una intensa campaña para buscar apoyo en los países de la región.
Otras ciudades, como Calama (Chile), Cusco (Perú), Bogotá y Quito se encuentran afectadas por la norma de FIFA.
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